Martes, 13 de Marzo de 2012 04:54
Dania Virgen García
Cuba actualidad San Miguel del Padrón, La Habana, (PD) En el Combinado 
del Este, el preso colombiano John Alexander Serrano Rincón se declaró 
en huelga de hambre el día 2 de marzo. jonhn-alexander-serrano-rincon
Serrano está preso en Cuba desde el pasado 2 de enero, por un supuesto 
delito de tráfico de droga del que asegura ser inocente.
Refiere el preso hindú Dalvinder Sinh Jagpal, que Serrano Rincón fue 
conducido a una celda de castigo tapiada del edificio dos. En la celda 
no hay agua ni luz y tiene que dormir en el piso. Los guardias le 
quitaron todas sus pertenencias personales. Ni siquiera le permitieron 
tener la Biblia.
Serrano Rincón, de 31 años de edad, casado desde hace diez años, padre 
de dos hijos varones, de diez y ocho años, respectivamente, pertenece a 
una familia de la clase media bogotana. En el sur de Bogotá, tiene desde 
hace cuatro años una farmacia que es atendida por él y su esposa.
Serrano conoció a finales del año 2011 a un señor de origen 
guatemalteco, quien se ganó su confianza. Cuando él y su esposa 
decidieron pasar sus vacaciones en Cuba, el guatemalteco les manifestó 
su deseo de viajar con ellos a la Habana, a lo que no vieron ningún 
inconveniente. En el último momento, la esposa de John tuvo que aplazar 
el viaje para el día 3 de enero, en que se reuniría con su marido en la 
capital cubana.
Durante todo el viaje, el guatemalteco se mostró nervioso. Decía que era 
por la emoción de conocer La Habana. Una vez llegaron, el guatemalteco 
dijo que se tenía que encontrar con un amigo médico cubano. Mientras, 
John Alexander se hospedó en el Hotel Colina. Luego salió a buscar a su 
acompañante en el Hotel Neptuno, sitio en el que inicialmente se 
hospedarían. Allí lo esperaban dos hombres vestidos de civil, quienes 
inmediatamente le mostraron el pasaporte del guatemalteco, le 
preguntaron si lo conocía, y lo acusaron de "narcotraficante".
Lo detuvieron y lo llevaron al Departamento Técnico de Investigaciones, 
donde lo interrogaron toda la noche. Lo hicieron declararse culpable de 
narcotráfico y firmar un documento a cambio de que a su esposa no le 
pasara nada y que a él no lo condenaran a 30 años de prisión.
John solicitó que trajeran al guatemalteco y le dijera en su cara por 
qué había mentido sobre él y su familia. Cuando lo llevaron, el 
individuo continuaba diciendo que John era el jefe de una red 
internacional de narcotraficantes y que lo había obligado a llevar 
drogas y que su esposa lo sabía, pidiendo que la buscaran y 
encarcelaran. Los policías lo insultaban, pero con el guatemalteco se 
mostraban compasivos, prometiéndole que si lo acusaba, lo llevarían de 
regreso a su país en poco tiempo.
Hasta el 9 de enero no avisaron a la embajada colombiana. John Alexander 
Serrano advirtió que iba a iniciar una huelga de hambre para protestar 
por la coacción psicológica a que había sido sometido, los cargos 
imputados y por no avisar a su familia. Le dijeron que se quedara 
callado y lo enviaron a la prisión Combinado del Este, en donde se 
encuentra en la actualidad, más de dos meses después, en espera de poder 
aclarar su situación y demostrar su inocencia, pues no hay ninguna 
prueba en su contra, sólo las acusaciones del misterioso guatemalteco.
Para Cuba actualidad dania.zuzy@gmail.com
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