Cárceles cubanas: campos de trabajo forzado, almacén de esclavos
Miércoles, Abril 24, 2013 | Por Dania Virgen Garcia
LA HABANA, Cuba, 24 de abril de 2013, Dania Virgen García/ 
www.cubanet.org.- Al parecer, los periodistas oficialistas Dalia 
González Delgado y Sergio Alejandro Gómez, al publicitar las 
declaraciones de los presos amenazados o de los paramilitares, están 
incitando a la juventud a que cometan delitos en las calles para poder 
mejorar sus vidas en las prisiones o en los campamentos de trabajos 
forzosos, conocidos como CETEM.
El martes 16 de abril, en el noticiero de la TV cubana,  se mostraron 
otra vez declaraciones de presos que  manifestaban sus excelentes 
condiciones de vida en la cárcel, donde pueden estudiar y trabajar 
devengando elevados  salarios.
Al día siguiente, se publicó en el periódico Granma, en la última 
página, informaciones sobre las prisiones de los periodistas antes 
mencionados.
No sé adonde quieren llegar estos periodistas, manipulados por personas 
que saben que todo lo que están diciendo es mentira.
Cuando las rejas se cierran
En algo están claros: en las prisiones, cuando las rejas se cierran, es 
otro  mundo. Aunque no tienen necesariamente que cerrase las rejas para 
cometer violaciones de derechos humanos.
Con sus  historias y su propio lenguaje,  los presos comunes reclaman 
ser defendidos y protegidos de las violaciones, torturas, la falta de de 
racionalidad, los actos degradantes e inhumanos, las golpizas, las 
celdas de castigo, las ofensas verbales, o los traslados fuera de su 
provincia por decir la verdad sobre los abusos a que están sometidos.
¿De qué trabajo socialmente útil, de qué derecho hablan? ¿De qué 
rehabilitación? ¿De qué ayuda que se le da a los familiares  si 
solamente la caja de resarcimiento  les cobra a los presos la deuda 
cientos de veces y nunca terminan de pagarla?
En la penitenciaría de Quivicán, los reos  trabajan en la fábrica de 
PROVARI, una empresa que pertenece al Ministerio del Interior (MININT). 
Al recluso Lázaro Michel  no le quedó más remedio que mentir, porque si 
no lo hacía le quitaban los beneficios penitenciarios.  En algo dijo la 
verdad: prefiere estar trabajando como esclavo que estar encerrado en 
una celda las 24 horas del día. De los 700 y 800 pesos en moneda 
nacional que dijo cobrar,  le dan al mes 200 pesos en moneda nacional 
(menos de diez dólares), y  a veces menos: el resto se lo descuentan  
los jefes de la prisión para sus beneficios.
Algunos de los supuestos presos que fueron filmados trabajando, en 
realidad eran  carceleros vestidos de presos.
Campos de trabajo forzado, almacen de esclavos
En la prisión de Ariza, en la provincia Cienfuegos, en los primeros días 
del mes de abril, un preso solicitó que lo dejaran trabajar y se buscó 
una paliza, y además una celda de castigo.
Los campamentos de trabajos forzosos CETEM son almacenes de esclavos. 
Los internos trabajan sin ningún tipo de protección física; muchos de 
ellos están descalzos. Son obligados a trabajar más de 12 horas diarias, 
sin que les paguen el horario extra.
Existen campamentos de trabajo forzoso donde los presos tienen que 
caminar a diario distancias de hasta más de 14 kilómetros.
Los albergues son construidos con techo de tejas, el piso de tierra o 
cal. Los baños letrinas, donde imperan  todo tipo de insectos, y ratas. 
Las cucarachas  se pasean por  las pertenencias de los presos. No tienen 
agua en muchos de estos campamentos; en otros, el agua que utilizan está 
ligada con tierra y moho.  El alumbrado es un bombillo para un 
destacamento de más de 50 reos, que con el tiempo se quedan sin vista.
Por la manera en que se manifiestan estos reporteros, pareciera que en 
las prisiones y campamentos no existe ningún tipo de problemas, los 
presos son mejor tratados que en sus casa, y cuando salen en libertad, 
con su estudios avanzados,  son reintegrados a la sociedad.
Más de 70 mil presos
En Cuba hay más de 70 mil presos de ambos sexos en  más de 100 cárceles 
cerradas. En ellas, a menudo se producen hechos de sangre. Muchos 
presos, asfixiados por tantos maltratos, se suicidan o cometen autoagresión.
Hay enfermos críticos que extinguen sanciones  cuyo estado de salud es 
incompatible con el régimen penitenciario. Entre ellos, numerosos  
presos con trastornos mentales.
La falta de asistencia médica, la mala alimentación, el hacinamiento, 
son constantes en las cárceles cubanas.
Los presos, desesperados, recurren a las huelgas de hambre para reclamar 
sus derechos.
Decenas de mujeres a diario acuden ante  organismos gubernamentales como 
el Consejo de Estado, la Fiscalía Militar, la Fiscalía General de la 
República, las Oficinas de Atención a la Ciudadanía del MININT, la 
Dirección de Cárceles y Prisiones para denunciar los abusos contra sus 
hijos, esposos, o familiares allegados. Cuando no les dan solución,   
que es la mayoría de las veces, se ven obligados a recurrir  a los 
activistas disidentes, para encauzar con ellos la denuncia.
He conocido a muchas madres desesperadas de tantos  abusos, cansadas de 
que las peloteen,  con miedo a que sus hijos mueran sin que las 
autoridades se ocupen de sus casos.
Parece que para los periodistas Dalia González y Sergio Alejandro Gómez, 
es mejor vivir en las prisiones y campamentos de trabajo forzoso, donde 
todo está resuelto y los internos no tienen ningún problema. Según 
ellos, las cárceles cubanas son las mejores del mundo, los carceleros  
están capacitados para cuidar a los presos, y también según ellos,  
cuando los reos salen en libertad lo hacen convertidos en profesionales, 
con sus títulos universitarios, sanos y saludables, aptos para  
reintegrarse a la sociedad. ¡Qué bien!
Espero que presenten pronto en la TV algún interno que haya alcanzado el 
título de periodista y que esté trabajando en el Noticiero Nacional de 
Televisión.
dania.zuzy@gmail.com
http://www.cubanet.org/?p=40726
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