jueves, 25 de abril de 2013

Cárceles cubanas: campos de trabajo forzado, almacén de esclavos

Cárceles cubanas: campos de trabajo forzado, almacén de esclavos
Miércoles, Abril 24, 2013 | Por Dania Virgen Garcia

LA HABANA, Cuba, 24 de abril de 2013, Dania Virgen García/
www.cubanet.org.- Al parecer, los periodistas oficialistas Dalia
González Delgado y Sergio Alejandro Gómez, al publicitar las
declaraciones de los presos amenazados o de los paramilitares, están
incitando a la juventud a que cometan delitos en las calles para poder
mejorar sus vidas en las prisiones o en los campamentos de trabajos
forzosos, conocidos como CETEM.

El martes 16 de abril, en el noticiero de la TV cubana, se mostraron
otra vez declaraciones de presos que manifestaban sus excelentes
condiciones de vida en la cárcel, donde pueden estudiar y trabajar
devengando elevados salarios.

Al día siguiente, se publicó en el periódico Granma, en la última
página, informaciones sobre las prisiones de los periodistas antes
mencionados.

No sé adonde quieren llegar estos periodistas, manipulados por personas
que saben que todo lo que están diciendo es mentira.

Cuando las rejas se cierran

En algo están claros: en las prisiones, cuando las rejas se cierran, es
otro mundo. Aunque no tienen necesariamente que cerrase las rejas para
cometer violaciones de derechos humanos.

Con sus historias y su propio lenguaje, los presos comunes reclaman
ser defendidos y protegidos de las violaciones, torturas, la falta de de
racionalidad, los actos degradantes e inhumanos, las golpizas, las
celdas de castigo, las ofensas verbales, o los traslados fuera de su
provincia por decir la verdad sobre los abusos a que están sometidos.

¿De qué trabajo socialmente útil, de qué derecho hablan? ¿De qué
rehabilitación? ¿De qué ayuda que se le da a los familiares si
solamente la caja de resarcimiento les cobra a los presos la deuda
cientos de veces y nunca terminan de pagarla?

En la penitenciaría de Quivicán, los reos trabajan en la fábrica de
PROVARI, una empresa que pertenece al Ministerio del Interior (MININT).
Al recluso Lázaro Michel no le quedó más remedio que mentir, porque si
no lo hacía le quitaban los beneficios penitenciarios. En algo dijo la
verdad: prefiere estar trabajando como esclavo que estar encerrado en
una celda las 24 horas del día. De los 700 y 800 pesos en moneda
nacional que dijo cobrar, le dan al mes 200 pesos en moneda nacional
(menos de diez dólares), y a veces menos: el resto se lo descuentan
los jefes de la prisión para sus beneficios.

Algunos de los supuestos presos que fueron filmados trabajando, en
realidad eran carceleros vestidos de presos.

Campos de trabajo forzado, almacen de esclavos

En la prisión de Ariza, en la provincia Cienfuegos, en los primeros días
del mes de abril, un preso solicitó que lo dejaran trabajar y se buscó
una paliza, y además una celda de castigo.

Los campamentos de trabajos forzosos CETEM son almacenes de esclavos.
Los internos trabajan sin ningún tipo de protección física; muchos de
ellos están descalzos. Son obligados a trabajar más de 12 horas diarias,
sin que les paguen el horario extra.

Existen campamentos de trabajo forzoso donde los presos tienen que
caminar a diario distancias de hasta más de 14 kilómetros.

Los albergues son construidos con techo de tejas, el piso de tierra o
cal. Los baños letrinas, donde imperan todo tipo de insectos, y ratas.
Las cucarachas se pasean por las pertenencias de los presos. No tienen
agua en muchos de estos campamentos; en otros, el agua que utilizan está
ligada con tierra y moho. El alumbrado es un bombillo para un
destacamento de más de 50 reos, que con el tiempo se quedan sin vista.

Por la manera en que se manifiestan estos reporteros, pareciera que en
las prisiones y campamentos no existe ningún tipo de problemas, los
presos son mejor tratados que en sus casa, y cuando salen en libertad,
con su estudios avanzados, son reintegrados a la sociedad.

Más de 70 mil presos

En Cuba hay más de 70 mil presos de ambos sexos en más de 100 cárceles
cerradas. En ellas, a menudo se producen hechos de sangre. Muchos
presos, asfixiados por tantos maltratos, se suicidan o cometen autoagresión.

Hay enfermos críticos que extinguen sanciones cuyo estado de salud es
incompatible con el régimen penitenciario. Entre ellos, numerosos
presos con trastornos mentales.

La falta de asistencia médica, la mala alimentación, el hacinamiento,
son constantes en las cárceles cubanas.

Los presos, desesperados, recurren a las huelgas de hambre para reclamar
sus derechos.

Decenas de mujeres a diario acuden ante organismos gubernamentales como
el Consejo de Estado, la Fiscalía Militar, la Fiscalía General de la
República, las Oficinas de Atención a la Ciudadanía del MININT, la
Dirección de Cárceles y Prisiones para denunciar los abusos contra sus
hijos, esposos, o familiares allegados. Cuando no les dan solución,
que es la mayoría de las veces, se ven obligados a recurrir a los
activistas disidentes, para encauzar con ellos la denuncia.

He conocido a muchas madres desesperadas de tantos abusos, cansadas de
que las peloteen, con miedo a que sus hijos mueran sin que las
autoridades se ocupen de sus casos.

Parece que para los periodistas Dalia González y Sergio Alejandro Gómez,
es mejor vivir en las prisiones y campamentos de trabajo forzoso, donde
todo está resuelto y los internos no tienen ningún problema. Según
ellos, las cárceles cubanas son las mejores del mundo, los carceleros
están capacitados para cuidar a los presos, y también según ellos,
cuando los reos salen en libertad lo hacen convertidos en profesionales,
con sus títulos universitarios, sanos y saludables, aptos para
reintegrarse a la sociedad. ¡Qué bien!

Espero que presenten pronto en la TV algún interno que haya alcanzado el
título de periodista y que esté trabajando en el Noticiero Nacional de
Televisión.

dania.zuzy@gmail.com

http://www.cubanet.org/?p=40726

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