Prisiones cubanas, más allá de las flores y las banderitas
En una visita de un día, la corresponsal de la BBC halló indicios de un 
sistema penal severo, a veces injusto, y vedado para los expertos 
internacionales.
Martinoticias.com
mayo 02, 2013
Recientemente, en anticipación del Examen Periódico Universal de Cuba 
por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el gobierno de la isla 
permitió a corresponsales extranjeros visitar por un día un par de 
centros penitenciarios normalmente cerrados a cualquier escrutinio 
externo, dice en un reportaje desde La Habana la corresponsal de la BBC 
Sarah Rainsford.
La periodista describe cómo las dos prisiones que visitaron –el 
Combinado del Este, de máxima seguridad, y La Lima, de régimen 
abierto—parecían haber sido preparadas para la visita con flores de 
papel, banderitas cubanas y coros de reclusos. Sin embargo, hablando con 
los presos ella encontró bajo ese maquillaje algunos lunares del sistema 
penal cubano.
Eduardo, de 46 años, entró por primera vez a una prisión por un "delito 
económico". Le dijo a Rainsford que hasta ahora le han tratado bien, 
pero se quejó de llevar 17 meses esperando juicio.
La reportera señala que el gobierno no establece un límite a la prisión 
preventiva. Varios reclusos le dijeron que muchos en su ala de uno de 
los edificios del Combinado habían estado esperando juicio por más de un 
año.
En La Lima, una prisión relativamente nueva – en la isla suman más de 
200-- inaugurada en el 2009 tras reconvertir antiguos almacenes 
militares, se les mostró a los corresponsales el sistema de trabajo y 
estudio, que permite a los reclusos reducir sus condenas.
Rainsford apunta que las autoridades penitenciarias dicen estar tratando 
de reducir la cifra de reos que envían a las cinco cárceles de máxima 
seguridad de Cuba, donde están recluidos la mitad de todos los 
detenidos, y extender el uso de prisiones de menor seguridad. Pero la 
reportera observa que de lo que se trata es de cambiar el estilo del 
castigo en Cuba, no su severidad
Uno de los internos con quienes habló, Ricardo, está cumpliendo tres 
años por "peligrosidad predelictiva". Fue arrestado por no estar 
trabajando y asociarse con "elementos indeseables".
"Yo no he robado ni he matado, ni nada. Sólo por relacionarme con ex 
presos me consideraron 'peligroso' y me enviaron aquí", dijo.
Otro recluso admitió haber entrado de manera furtiva en una finca, pero 
insistió en que había sido sin violencia. "Me echaron siete años por 
robar siete mangos", dijo, y agregó: "Nunca había estado en una cárcel. 
Ya aprendí la lección, quiero salir".
Como contrapeso de su historia, Rainsford consultó al portavoz de la 
independiente Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación 
Nacional, entidad que el gobierno nunca ha accedido a legalizar.
Según Elizardo Sánchez, fuera de lo que él describe como "prisiones 
vitrina", las condiciones de las cárceles cubanas siguen siendo 
lamentables, "y lo peor es que los presos están desprotegidos".
"Cuba niega acceso a las prisiones a la Cruz Roja, alegando que eso 
sería una injerencia en sus asuntos internos. Pero ellos saben que no 
pueden abrirse totalmente al escrutinio internacional, porque la opinión 
pública se horrorizaría", comentó Sánchez.
Cuando los periodistas preguntaron al director del Combinado del Este 
por qué Cuba no permite una inspección de la Cruz Roja sobre el estado 
de sus prisiones, éste calificó la visita de los medios de comunicación 
como "un paso adelante".
"Ustedes han visto la realidad", insistió el funcionario.
Rainsford cree que juzgar los cambios en el sistema penitenciario cubano 
será difícil.
Apunta que durante su visita no vieron a ningún preso político, pese a 
que activistas y diplomáticos afirman que hay decenas de ellos,
"En cuanto a los comunes, parece que se están haciendo esfuerzos para 
mejorar su situación. La retórica, al menos, enfatiza los derechos de 
los detenidos. Sin embargo, nuestra visita única fue limitada. Y los 
verdaderos expertos en evaluar las prisiones, aún tienen prohibido 
visitarlas", concluye diciendo la corresponsal de la BBC.
http://www.martinoticias.com/content/article/22134.html
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