15-11-12 | Política
El infierno de la cárcel cubana, en primera persona
El periodista Calixto Ramón Martínez está preso en el penal Combinado 
del Este y lleva 5 días en huelga de hambre. Desde allí, relata el 
maltrato y el hacinamiento
El periodista Calixto Ramón Martínez forma parte del Centro de 
Información Hablemos Press, desde allí informó por primera vez del brote 
de cólera desatado en septiembre pasado. Su trabajo fue tomado como 
"desacato" por el Gobierno de Raúl Castro, el 16 de ese mes, fue detenido.
A continuación, la carta de Martínez, donde cuenta cada detalle de la 
pesadilla que vive él y todos los internos del Combinado del Este. El 
penal, es uno de los más inhumanos de la isla:
Les habla Calixto Ramón Martínez, recluido en la prisión Combinado del 
Este, piso tercero sur, compañía 3309. Me encuentro aquí desde el sábado 
día 10, y me abstengo de alimentarme, debido a que se me quitó toda la 
ropa de civil que yo traje, y se me había prohibido la comunicación 
telefónica.
Quiero decir que las condiciones de vida en esta prisión son totalmente 
pésimas, debe ser declarada inhabitable. Denuncio ante las 
organizaciones internacionales que velan por el respeto a los Derechos 
Humanos que visiten esta prisión, que hagan hincapié en visitar esta 
prisión, debido a las pésimas condiciones, y que el gobierno cubano se 
llene de dignidad y declare esta prisión inhabitable.
Debo declarar el estado de hacinamiento que se está viviendo en esta 
prisión, pues en un espacio de 13 a 14 metros de largo por 6 de ancho 
conviven unos 36 reos.
El primer día que llegué aquí, tuve que dormir en el piso, por la 
sobrepoblación penal que hay. Un oficial me explicó que yo no era el 
único que dormía en el piso, porque en casi todas las compañías había 1 
o 2 reos, durmiendo en el piso.
En estas compañías, los presos han tenido que ingeniárselas porque la 
construcción es de losa doble T de fabricación rusa y tiene 
filtraciones. Los reos han tenido que colocar nailon tipo canal, que 
desemboque en el baño, para que el agua que gotee no caiga encima de su 
cama.
Son también pésimas, las condiciones sanitarias, pues en este espacio de 
13 o 14 metros de largo por 6 de ancho hay que contar que el baño que no 
tiene tazas sanitarias, son dos  turcos, uno para orinar y el otro para 
defecar, y un lavamanos doble.
Se vive en una estrechez. Es una aglomeración de presos, en un espacio 
muy pequeño y reducido; además del mal estado, la mala higiene y el mal 
aspecto con que se vive en estas pequeñas compañía.
En este momento ya tengo cama, dormí dos días en el piso y esta mañana 
me cedieron una cama. El primer día, como cosa de privilegio, quisieron 
bajarme a mí para un piso que tenía una cama pero simplemente a dormir y 
por la mañana tenía que subir para la compañía donde pertenecía, a estar 
tirado en el piso. Yo me negué rotundamente, no quiero privilegios sobre 
mi persona. Ahora me niego a comer, estoy reclamando que se me suba la 
ropa de civil para aquí arriba, pues en ropa de preso no salgo a ningún 
lado.
Hasta que no me entreguen la ropa, no como. Me habían prohibido el 
teléfono, yo oí cuando el oficial de la Seguridad del Estado les dijo a 
los de la prisión que yo tenía que estar distante del teléfono en todo 
momento. Pero hoy me colé entre los reos, y logré venir acá.
http://america.infobae.com/notas/61497-El-infierno-de-la-carcel-cubana-en-primera-persona
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