Las prisiones de Fidel Castro y las prisiones de sus enemigos
[19-03-2012]
Andy P. Villa
Escritor
(www.miscelaneasdecuba.net).- Hacer una exposición aquí de los tratos
inhumanos y degradantes que sufren los cubanos en las prisiones de los
Castro, las violaciones a los derechos humanos, las golpizas, las
torturas, la falta de mínimas condiciones de vida, haría este artículo
muy largo. Puedo decir, porque lo viví en 100 y Aldabó durante 40 días,
que en esa prisión está PROHIBIDO:
- Leer o escribir nada en lo absoluto, todo tipo de libros, revistas,
papel, lápices. Incluso, se le quitan las envolturas y etiquetas a
jabones y desodorantes para que no se puedan leer ni los detalles de la
marca o de su fabricación.
- Nada de comer ni de beber que no sea la comida de la prisión,
generalmente con olor a cucarachas y sabor indefinido, y el agua que
sale por la tubería.
- Ropa para abrigarse o taparse y protegerse del frío, tanto en la
celda como en los interrogatorios a bajas temperaturas; tener acceso al
aire libre o alguna forma de mitigar el calor insoportable.
- El acceso al agua para poder beber, bañarse, o limpiar el baño,
excepto en tres breves momentos al día.
- Cualquier tipo de juego o nada que sirviera para distraerse.
- El papel sanitario.
- Toda forma de comunicación con el exterior, cartas, llamadas
telefónicas, recados.
- Limpiar la celda con ningún tipo de utensilio, ni de producto
químico para limpieza.
- Salir de la celda, tapiada y cerrada herméticamente, en un espacio
reducido de dos metros por tres metros y compartida con tres personas
más, a no ser que fuera para ir a los interrogatorios.
El régimen cubano se ha cansado de criticar la "mala situación" en que
se encuentran los cinco espías, llamados por ellos: "Los Cinco Héroes
Prisioneros del Imperio". Pero es curioso que ellos mismos han comentado
que constantemente hablan por teléfono, se intercambian correos
electrónicos, que pasan el tiempo navegando en Internet, practican
diversos deportes, escuchan la radio y ven noticias por televisión.
Incluso, uno de ellos, Antonio Guerrero, aficionado a la pintura, dedica
su tiempo a elaborar cuadros al óleo que después son expuestos en
galerías cubanas, norteamericanas y de otros países...
Ya no digamos que los presos cubanos no pueden, ni de broma, disfrutar
de esos privilegios. Tampoco los 11 millones de cubanos que están presos
en la isla pueden tener acceso al correo electrónico, la Internet,
televisión que no sea la del gobierno, materiales para confeccionar arte
y mucho menos exponerlo en su propio país o en el extranjero.
Para que el lector saque sus propias conclusiones sobre las
diferencias que hay entre las prisiones de Fidel Castro y las de sus
adversarios, reproduzco aquí fragmentos de una carta escrita el 4 de
abril de 1954 por Fidel Castro, estando en el "Presidio Modelo" de Isla
de Pinos, luego de haber asaltado un cuartel del ejercito cubano que
resultó en decenas de muertos de ambos bandos. Lo que en la actualidad
sería catalogado como un acto terrorista:
"Desde las seis de la tarde he estado leyendo una obra de Lenin. Tengo
hambre y puse a hervir unos espaguetis con calamares rellenos. Mientras,
cogí la pluma para hacerte unas líneas más. No te había dicho que
arreglé mi celda el viernes. Baldié el piso de granito con agua y jabón
primero, polvo de marmol después, luego con lavasol, y por último agua
con creolina. Arreglé mis cosas y reina aquí el más absoluto orden. Las
habitaciones del Hotel Nacional no están tan limpias...
Me estoy dando ya dos baños al día obligado por el calor. ¡Que bien me
siento cuando acabo! Cojo mi libro y soy feliz en ciertos instantes. Me
han servido de mucho mis viajes por el campo de la Filosofía. Tanto Marx
como Lenin tenían un terrible espíritu polémico, y yo aquí me divierto,
me rio y gozo leyéndolos.
Me voy a cenar: espaguetis con calamares, bombones italianos de
postre, café acabadito de colar y después un H. Upmann 4, ¿No me
envidias? Me cuidan, me cuidan un poquito entre todos, siempre estoy
peleando para que no me manden nada. Cuando cojo sol por la mañana en
shorts y siento el aire de mar, me parece que estoy en la playa, luego
un pequeño restaurante aquí. ¡Me van a hacer creer que estoy de
vacaciones!, ¿Qué diría Carlos Marx de semejante revolucionario?"
¿Qué opinan los lectores de semejante sinvergüenza?
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