Lunes, Diciembre 19, 2011 | Por Carlos Ríos Otero
LA HABANA, Cuba, 19 de diciembre (C/R Otero, www.cubanet.org ) – Las 
condiciones de vida de los presos en la  cárcel de Quivicán, a unos 30 
kilómetros al sur de La Habana, están sufriendo un deterioro en todos 
los órdenes: la represión es mayor, la comida es nauseabunda, los 
servicios médicos son deficiente y la higiene cayó en punto rojo, ya que 
las aguas albañales se filtran en todas las galeras y pabellones.
Según  información de activistas del Presidio Político "Pedro Luís 
Boitel" de ese penal, los oficiales Paneque, Vaillán y Biscet, golpean a 
los reclusos con esposas que utilizan como manoplas.  Además, para 
aterrorizar a los presos, los guardias  azuzan los perros contra ellos, 
sin haber amotinamiento.
Las fuentes de esta información añaden que el preso Salvador Ferrer 
Rodríguez, que murió este año en esa cárcel, según certificó el parte 
médico oficial  "por tuberculosis", en realidad falleció debido a una 
golpiza con manopla propinada por los guardias, que por último lo 
lanzaron escalera abajo.
Los reclusos Norberto Núñez y Alexander Suárez informaron a la prensa 
independiente sobre la muerte de Ferrer; al primero le fueron 
suspendidos los beneficios carcelarios y lo amenazaron con que "iba a 
podrirse en la cárcel", y el segundo fue trasladado a Kilo-8, en 
Camagüey, a 600 kilómetros de La Habana, su lugar de residencia, acusado 
por la Dirección de Cárceles y Prisiones  de "liderar protestas y crear 
problemas".
Según las fuentes, el director provisional de la prisión de Quivicán, 
el Capitán William Gaenza,  ha ordenado a los guardias golpear a los 
reclusos con cabillas, tonfas y  esposas.
http://www.cubanet.org/noticias/carcel-de-quivican-un-infierno-dantesco/
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