Represión
Empeora la salud de Sonia Garro tras pasar diez días en una celda de castigo
DDC | La Habana | 10 Jun 2013 - 6:38 pm.
La salud de la prisionera política Sonia Garro, que lleva un año y tres 
meses en prisión sin haber sido sometida a juicio, ha empeorado después 
de que las autoridades de la cárcel de mujeres del Guatao la enviaran 
diez días a una celda de castigo, denunció a DIARIO DE CUBA Berta Soler, 
líder de las Damas de Blanco.
Según Soler, dos reclusas "provocadoras" —utilizadas por los carceleros 
para causar incidentes— intentaron involucrar a Garro en un "motín" en 
el que varias reas quemaron colchones y que dejó 18 lesionadas en otro 
destacamento.
Al no dar resultado, trataron de que Garro, quien estaba viendo la 
televisión, se enfadara, ofendiéndola, exigiéndole que cambiara de canal 
y que firmara un papel con consignas contra el Gobierno.
Soler dijo que Garro, miembro de las Damas de Blanco, pidió la 
intervención de una carcelera, y que esta respondió "resuélvelo como 
puedas".
La disidente intentó desconectar el televisor de la corriente, pero el 
cable se partió, relató Soler. Señaló que ese fue el motivo que 
utilizaron las autoridades de prisión para enviar a Garro a la celda de 
castigo.
Entre otras enfermedades, la activista padece una infección en la piel 
para la cual los médicos han indicado higiene y cambio diario de ropa, 
dijo Soler. Citando a familiares de la prisionera política, añadió que 
ésta pasó los diez días de castigo "sin bañarse porque no tenía aseo", 
con la misma sábana y en "condiciones infrahumanas", lo que ha hecho que 
su afección empeore.
La familia de Garro, la Dama de Blanco que más tiempo ha pasado en 
prisión y que todavía no tiene fecha de juicio, ha denunciado en 
ocasiones anteriores negativas de atención médica, engaños de las 
autoridades carcelarias y provocaciones contra la disidente dentro de la 
cárcel.
Garro fue detenida en marzo de 2012 junto a su esposo, Ramón Alejandro 
Muñoz, en un violento operativo en el que el régimen empleó fuerzas 
especiales y balas de goma.
Durante su arresto, la activista fue herida en una pierna y aún sufre 
secuelas. Las autoridades la acusan de "desorden público" y "tentativa 
de asesinato", al igual que a su esposo.
En abril pasado, Muñoz, recluido en la cárcel Combinado del Este, 
realizó una huelga de hambre, estuvo en una celda de castigo y recibió 
una fuerte golpiza por exigir solución para su caso y el de su esposa.
http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1370882327_3686.html
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