¿En las cárceles de Cuba se instruyen a los reclusos?: ¡Falso!
Juan Carlos Linares Balmaseda
25 de octubre de 2013
La Habana, Cuba – www.PayoLibre.com – A cada rato dicen por la prensa 
gubernamental (única autorizada aquí para decir y desdecir) que el 
sistema penitenciario cubano contempla un programa de instrucción a los 
reclusos. Y se ven imágenes de reclusos correctamente vestidos y 
sentados, en un aula con un inmobiliario excelente, y recibiendo clases 
de un profesor. Sin embargo, esas novedades son desmentidas por 
múltiples fuentes, unas de manera anónima y otras no.
Una de esas fuentes es el recluso José Antonio Pichardo, quien funge 
como monitor en el establecimiento penitenciario Combinado del Este, en 
La Habana, y quien describe vía telefónica que la instrucción es sólo en 
apariencia, porque "en la vida real todo es un engaño".
Explica Pichado, de 53 años de edad, que "desde hace meses no les dan 
libretas, ni lápices…las asignaturas (matemática, español, literatura, 
etc.) no pueden ser impartidas por falta de monitores capacitados…el 
aula asignada es el comedor del edificio 1, y el pizarrón nunca ha sido 
colocado en la pared".
Otra de las impugnaciones sobre el tema de la instrucción a los reclusos 
nos llega por intermedio de Iván Álvarez Mosqueda, recluso de la prisión 
kilo 9, asentada en la provincia de Camagüey, quien revela que los 
reeducadores (o carceleros al mando de un grupo de presos) intimidan a 
los presos que se niegan a inscribirse en los "cursos de superación".
"La intimidación consiste en suspender uno de los beneficios más 
preciado para cualquiera de nosotros: rebajarnos dos meses de la condena 
por cada año transcurrido aquí". Un beneficio que se otorga a los reos 
que mantengan buena conducta, y que es a consideración del reeducador.
Relata Iván que la biblioteca (de Kilo 9) está de adorno, manteniéndose 
cerrada la mayor parte del tiempo, y el servicio de lectura casi siempre 
lo activan cuando directores del Mando Superior hacen inspección.
Ambas fuente corroboran que en los anaqueles no hay un libro que 
critique la política oficial, confirmándose el adoctrinamiento 
ideológico a que está sometida la población penal en éstas, y en las más 
de 200 prisiones que existen en el país.
Iván aprovecha la ocasión para enunciar que los mosquiteros que desde 
hace meses debían haber sido repartido, aún permanecen en el almacén del 
penal, en su opinión, aguardando para ser exhibidos sólo al Mando 
Superior, o para cuando aparezca nuevamente el dengue por allí; que 
desde hace varias semanas sólo llevan a consultas médicas, de los 
hospitales civiles, a los enfermos que se suponen de mayor urgencia, 
negándoles la asistencia hospitalaria a un números importante de recluso 
que refieren problemas de salud; que en el destacamento 9, con capacidad 
para 60 reos, unos cuantos penados no tiene otra cama donde dormir que 
el piso; que en la sala para visita, los asientos escasean, al punto de 
que una cantidad considerable de presos y familiares visitantes, que 
vienen a compartir minutos de encuentro, deben acomodarse en el piso; y 
que todos esos problemas son de conocimiento del jefe de Kilo 9, el 
Teniente Coronel Jesús Rodríguez Miranda.
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