martes, 4 de septiembre de 2012

Reos se autoagreden de las formas más impensables

Reos se autoagreden de las formas más impensables
[04-09-2012]
Dania Virgen García
Periodista Independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- En la prisión de Ariza, provincia
Cienfuegos, el reo Yasser Rivero Boni entrevistó a varios reclusos que
se han auto agredido.

Los métodos de torturas sicológica y físicas que aplican los
funcionarios y jefes de las prisiones en Cuba a diario, traen como
consecuencias que muchos presos, principalmente enfermos psiquiátricos,
se auto-agredan.

Más de una veintena de reclusos dijeron sentirse asfixiados producto de
los maltratos y las humillaciones a que son sometidos.

Varios presos le describieron a la fuente como han intentado atentar
contra su vida: se cortan con cuchillas sobre el tendón que se encuentra
encima del talón del pie, se efectúan profundas heridas de 30 y hasta 60
puntos en el abdomen, y los brazos, se inyectan excremento y petróleo
con miel de abejas en las piernas y los brazos, se tragan cuchillas de
afeitar, agujas de inyectar, de coser, alambrones, y vidrios.

Pero no todos intentan matarse. Otros se introducen palos y otros
objetos en los oídos dejándolos trabados, se colocan toallas mojadas en
un brazo o en el tobillo o la pierna toda la noche y por la mañana se
propinan un golpe para ocasionarse fracturas en las zonas húmedas. Estos
presos, son capaces de soportar estos dolores solo para escapar unas
horas o varios días de los llamados métodos reeducativos practicados por
los funcionarios de orden interior.

Refieren que prefieren estar en una sala de un hospital donde son
tratados con un poco de humanidad, porque los guardias que los custodian
en las salas están obligados a ser pacíficos, aunque no del todo. Además
explican que cuando están en los hospitales les son realizados los
chequeos médicos que no les realizan por años o son hechos
deficientemente por médicos incompetentes. También prefieren estar
ingresados por que reciben una alimentación un poco mejor que la de la
prisión.

Los sicólogos médicos militares expresan que trabajan con
profesionalidad para ayudar a los presos con enfermedades mentales, pero
los reclusos no los creen ni confían en ellos.
"Las torturas, la mala alimentación, la falta de asistencia médica, el
hacinamiento, la desnutrición, y las enfermedades virales que afectan a
los presos son del conocimiento de los jefes que permiten, y ordenan a
sus subordinados actuar de manera violenta, ya que para ellos los presos
son como animales a los que hay que atormentar, no importa el delito que
hayan cometido", asegura la fuente.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36975

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