Estudian medidas para sancionados en libertad
Vale la pena desentrañar de qué va esta conferencia que tiene tres
objetivos un tanto tenebrosos: "control, influencia y atención a
sancionados".
Pablo Alfonso/ martinoticias.com
septiembre 20, 2012
El Centro de Convenciones de Cojímar, en La Habana, alberga este jueves
a un pintoresco evento de título rimbombante, uno de esos que el régimen
castrista almacena en su despensa de metáforas. Se trata del VII Taller
Nacional sobre Control, Influencia y Atención a Sancionados.
Por supuesto que un "taller" de estas características es una especie de
conferencia o seminario participativo, y nada tiene que ver con
cualquier actividad artesanal, para la cual la palabra taller es más
adecuada.
Perogrulladas aparte, vale la pena desentrañar de qué va esta
conferencia que tiene tres objetivos un tanto tenebrosos: "control,
influencia y atención a sancionados".
El diario Trabajadores, que da cuenta hoy del evento, lo muestra con un
aspecto más amable según declaraciones de Rubén Remigio Ferro,
presidente del Tribunal Supremo Popular.
"El 97 % de las personas que cumplen sanción penal en libertad están
vinculadas laboralmente y de ellas más del 30 por ciento lo hace en el
sector no estatal", aseguró Rubén Remigio.
En un lenguaje menos sofisticado, cumplir una "sanción penal en
libertad" quiere decir obtener una "libertad condicional".
La información no lo aclara, por eso hay que asumir que eso de trabajar
"en el sector no estatal", equivale a trabajar como cuentapropistas o
empleados de cuentapropistas, campesinos y de cooperativa agrícolas.
Es una lástima que Rubén Remigio no precise cuántos reclusos hay en esa
categoría. Sería interesante conocer la cifra real y no el por ciento,
porque activistas de derechos humanos en Cuba reportan la existencia de
miles de presos comunes en todo el país. Una cifra, que según esos
reportes, ha ido en aumento al mismo tiempo que las leyes del país se
han vuelto más restrictivas.
Dicho de manera más clara: no es que los cubanos se han convertido en
delicuentes, sino que el número de actividades declaradas ilegales por
el régimen ha crecido de modo alarmante y se considera delito, lo que en
una sociedad más libre y abierta es una actividad normal.
Quizás el Presidente del Tribunal Supremo dejó entrever esa preocupación
cuando declaró que "en los últimos tiempos existe un mayor empleo de las
penas sustitutivas o alternativas a la privación de libertad y de los
beneficios de excarcelación anticipada para quienes cumplieron
determinado tiempo de su sanción con buena conducta".
El reportaje de Trabajadores afirma que "la inserción en el nuevo
escenario económico y laboral del país de personas que cumplen su
sanción penal en libertad, y las acciones de las instituciones en los
distintos niveles serán de los principales temas" que se debatirán en el
taller.
Pero de esos otros temas como "control e influencia", ni una palabra en
Trabajadores.
http://www.martinoticias.com/content/article/14962.html
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