Reclamo por esclarecer muerte de su hijo en prisión
[17-11-2014 23:46:22]
(www.miscelaneasdecuba.net).- Cuando un hijo se va, no importa en las 
condiciones que sea, la muerte también penetra en los padres que lo 
criaron y lo quisieron toda la vida.
Ese es el caso de Pablo Manuel Martínez Carballo, vecino de la calle 12 
#68 entre B y C, Reparto La Guernica en la ciudad de Camagüey. Su hijo, 
Sandy Pablo Martínez González, se encontraba cumpliendo sanción en la 
prisión Kilo 7, y allí falleció.
Aunque han pasado cinco meses, la muerte fue espantosa "incinerado 
vivo", y así lo testifica este padre después de haber realizado 
numerosas investigaciones y llegar a la verdad sin haber tenido 
respuesta oficial.
Según plantea Pablo, todo comenzó el día 25 de junio, cuando su hijo fue 
esposado por un funcionario de Orden Interior, nombrado Rodolfo, quien 
le propinó una paliza, ocasionándole varios traumas craneales, hematomas 
y excoriaciones por todo el cuerpo, sin que con posterioridad hubiera 
recibido asistencia médica.
Dos días después, otro funcionario Sergio Tejeda Guevara, sin tener en 
cuenta el estado de salud de Sandy, lo volvió a agredir frente a los 
reclusos del Destacamento 11, de lo cual dieron testimonio los internos 
Erik García Rodríguez y Enrique Cambra Díaz, el que recibió de puño y 
letra de su hijo un testimonio escrito, haciendo referencia a la golpiza 
que recibió el día 25.
Después de una discusión de Sandy con otro recluso, el funcionario 
Rodolfo lo traslado de su Destacamento hacia el número 7, donde lo dejó 
en solitario y esposado de ambas manos en posición de crucifixión, 
sentado; aprovechando esta disyuntiva la arremetió contra él, 
propinándole piñazos y patadas. Momentos después fue incinerado vivo, a 
pesar de los gritos de pavor pidiendo que lo socorrieran, no acudió 
ningún guardia.
Reclusos con posibilidad de prestarle ayuda tampoco lo hicieron, ese es 
el caso de Yoslay Expósito García, que se encontraba hablando por 
teléfono cuando otro preso nombrado Alejandro Rodríguez Varona, conocido 
como Kiki, le pidió que avisara a los guardias y la respuesta de Yoslay 
fue: "No voy a avisar a nadie, porque Sandy no es mi familia".
Como padre de la víctima, Pablo no acepta el suicidio, igual que ha 
sucedido con otros casos dentro de la prisión, que se supone tenga a los 
guardias para cuidar de los presos.
Las autoridades penitenciarias no le han dado alguna respuesta, pero él 
no ceja en sus investigaciones, y tampoco admite que queden impunes las 
golpizas que le fueron propinadas a su hijo. Se pregunta ¿dónde estaban 
los guardias cuando se produjeron los hechos?
No hay ninguna respuesta –por parte de las autoridades médicas- a las 
lesiones que le ocasionaron a Sandy y tampoco cómo es posible que en la 
posición que se encontraba, así como en su mal estado físico pudiera 
haberse suicidado de esta forma.
Transcurre el tiempo, la herida de este padre no se cierra, pero el caso 
sí parece totalmente cerrado.
Source: Reclamo por esclarecer muerte de su hijo en prisión - 
Misceláneas de Cuba - 
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/546a7abe3a682e19d0ba8025#.VGurKfnF9HE
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