viernes, 3 de febrero de 2017

La ‘escoria’ de las cárceles cubanas

La 'escoria' de las cárceles cubanas
Son esos presos cubanos que cometieron un "delito" en territorio
nacional siendo residentes de otros países
Viernes, febrero 3, 2017 | Ángel Santiesteban

LA HABANA, Cuba.- Creo en Dios, y quizá sea ese credo el que me hace
pensar que mi prisión sirvió para algo, que no pasé en vano tantos días,
meses y años, encerrado. Por despreciar a esta cruel dictadura, por
pensar diferente, fui aislado, y ese aislamiento consiguió que aquel
escritor de ficciones derivara luego en un periodista que quería hablar
de lo que no hacían esos otros periodistas que paga el gobierno. Ahora
soy un "presidiario" que hace visible, con su escritura, los desmanes
que un gobierno despótico comete contra los cubanos que se le oponen, un
periodista que vive orgulloso de estar bien lejos del discurso oficial.

No he podido dejar a un lado, ni siquiera por un segundo, esos días de
encierro; y como desde esta "libertad" recuerdo esos instantes, pienso
también en esos que aún están entre rejas por oponerse a un gobierno que
trajo tanto dolor a los cubanos, lo mismo a quienes están en "libertad"
que a los encerrados. Por eso defiendo y defenderé los derechos que
deben disfrutar los reclusos, esos derechos que las autoridades
intencionadamente olvidan. Porque recuerdo no me cansaré de denunciar.

Y es que en Cuba, en pleno siglo XXI, mientras el gobierno avanza en sus
relaciones con los Estados Unidos de América, y anuncia que actualiza su
modelo judicial, y hasta tiene el descaro de asegurar que sus presos
disfrutan de gran respeto en cada una de las cárceles del país, yo hago
una y otra denuncia. Porque la verdad es totalmente diferente, y cada
vez se pisotea más el respeto que debían disfrutar esos hermanos presos
en las cárceles de la isla, esas que el gobierno supone, descaradamente,
cada vez más cercanas a los modelos del mundo moderno.

A veces recibo cartas de mis colegas de encierro, y de otros que ni
siquiera miré alguna vez. En esas cartas siempre hay alguna línea que
hace evidente lo terrible que son esos sitios, sobre todo para los
presos que son catalogados como "Categoría especial". ¿Y quiénes son
esos presos que son llamados así: "Categoría especial?". Esos no son
otros que aquellos cubanos que cometieron un "delito" en territorio
nacional cuando eran residentes de otros países.

En la cárcel de Toledo I, con una capacidad para 600 presos, existen 22
de esos que son clasificados con esa categoría discriminatoria, aun
cuando los artículos 41 y 42 de la Constitución de la República de Cuba
"protejan" el derecho a la igualdad de todos los cubanos; una flagrante
violación. El precepto No. 7, de la Declaración Internacional de
Derechos Humanos habla de lo repudiable que es esa discriminación que se
produce por el simple hecho de ser residente en el exterior.

Colocados en un limbo jurídico donde no son ni cubanos ni extranjeros,
se les aplica el reglamento penal solo en sus aspectos negativos. Los
que así se clasifican se ven obligados, en casi el 99% de los casos, a
extinguir la totalidad de la pena sin que se les permita acceder al
beneficio de la Libertad Condicional.

Muchos de estos presos han pasado por diversos regímenes de reclusión,
desde "máxima seguridad" hasta el de "mínima seguridad" (tercer grado
penitenciario), pero aún así son mantenidos en prisión cerrada, lo que
no se corresponde con las leyes del Estado para los reclusos en general,
donde ningún acápite recoge tal grado de penitencia.

A ellos se les excluye de esas brigadas que laboran en el exterior del
penal, esas en las que sus miembros perciben un salario "mejor", si es
que se compara con los pagos notablemente inferiores que reciben quienes
trabajan dentro del penal; lo que impide que estos segregados puedan
ayudar a sus familias y aliviarlos, al menos, en los gastos que se ven
obligados a hacer por sus parientes presos.

Son muchos los que hoy se encuentran con la suspensión de permisos de
salida al hogar, evitando así el acercamiento con sus familiares en
Cuba, y también con el resto de los cubanos, lo que va en contra de la
reinserción social establecida para las penas privativas de libertad,
solo por el hecho de que esas leyes "revolucionarias" los han convertido
en "apátridas". Esos presos, olvidados por muchos, no son ni de "aquí",
ni de "allá".

Esto se hace extensible a todos los que viven fuera de Cuba y que son
procesados por delitos en Cuba, lo que hace que desde el inicio se les
diferencie. Desde el comienzo conocerán esos hombres la exigencia del
pago de grandes sumas de dólares para poder acceder a una infructuosa
"defensa", y también sabrán del trato discriminatorio en la prisión,
donde se encuentran en un evidente aislamiento jurídico, donde no son
escuchadas ni respondidas las quejas que estos hombres dirigen al
gobierno. Ellos piden auxilio a los buenos cubanos, a esos que quieran,
y puedan escucharlos, para que hagan algo a favor de la justicia.

Yo, desde estas líneas, reclamo el concurso de cada uno que las lea,
reclamo a todas las comisiones de derechos humanos, a los hombres de
buena voluntad, que exijamos juntos la liberación de estos cubanos que
están en tierra de nadie y olvidados por casi todos. Estos hombres son
víctimas de un régimen totalitario, y a nosotros nos corresponde hacer
reclamos, gritar si es preciso, por la libertad de ellos.

Source: La 'escoria' de las cárceles cubanas | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/la-escoria-de-las-carceles-cubanas/

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